La contabilidad del carbono de su empresa influye directamente en cómo la perciben socios, inversores y reguladores cruciales. Si lo hace bien, con informes de emisiones sólidos y demostrables, ganará muchos puntos de credibilidad.
Verificación CBAM. El plazo se acerca. Si su empresa introduce mercancías en la UE, es esencial que lo haga. No se trata sólo de cumplir la normativa; se trata de mantener sus envíos en movimiento sin fricciones. ¿Lo más difícil? Sacar cifras fiables de emisiones de la maraña de su cadena de suministro mundial. No es tarea fácil. Pero traza tu plan ahora, actúa con decisión y podrás controlar las complejidades. Crearás pruebas. Construirá confianza para cuando lleguen los verificadores. Olvídese de marcar casillas, este trabajo le proporcionará una visión clara y práctica del verdadero recorrido del carbono en su cadena de suministro.
Recopilar y notificar correctamente las cifras de emisiones CBAM es mucho más que un ejercicio de papeleo.
¿Se encontraron errores o lagunas durante la verificación? Esto podría traducirse en verdaderas sanciones económicas una vez que la CBAM esté en pleno funcionamiento.
Las retenciones en frontera son caras para cualquier importador. Cuando se trata del despacho CBAM, unos datos de emisiones precisos y verificados actúan como su llave para desbloquear una tramitación más fluida. Cuando se presentan cifras claras y fiables, todo avanza con eficacia. Pero, ¿qué ocurre si la verificación CBAM detecta problemas con sus datos? Es entonces cuando surgen los contratiempos: retrasos costosos que desvían los plazos y ejercen una presión inesperada sobre el presupuesto.
La contabilidad del carbono de su empresa influye directamente en cómo la perciben socios cruciales, inversores y reguladores. Si lo hace bien, con informes de emisiones sólidos y demostrables, ganará muchos puntos de credibilidad. Los clientes prestan atención. Los inversores lo tienen en cuenta. Los reguladores lo exigen. ¿Datos incompletos? Eso daña la confianza de todos.
¿Cree que la CBAM es la última palabra sobre las normas del carbono? Ni mucho menos. Dominar hoy el seguimiento de las emisiones es una forma inteligente de prepararse para el futuro. Le prepara para la inevitable próxima oleada de normativas ecológicas y el creciente escrutinio ESG que se dirige hacia todos. Estar preparado te da ventaja.
A menudo, el mayor obstáculo para cumplir la normativa CBAM es determinar la cifra de "emisiones integradas". Esto significa calcular el impacto total del carbono en la producción de los artículos importados, una tarea a menudo compleja que implica recopilar datos de numerosos proveedores de todo el mundo. ¿Obtener cifras fiables de socios que operan con sistemas diferentes, potencialmente con datos irregulares? Ahí es donde está el verdadero trabajo. La recopilación de datos requiere un planteamiento estructurado.
¿Cómo pasar de la complejidad a la claridad? He aquí una forma práctica de prepararse:
La CBAM permite utilizar cifras oficiales de emisiones por defecto cuando no se dispone de datos reales. Sepa que estas copias de seguridad existen. Pero confíe en ellos con cautela. Estos valores por defecto a menudo tienden a ser más altos, lo que potencialmente aumenta sus costes de CBAM. Priorice siempre la obtención de datos reales y específicos de los proveedores.
En primer lugar, asegúrese de que las personas de su empresa que se ocupan del CBAM conocen bien tanto las normas oficiales como su propio proceso. Si los requisitos de CBAM le parecen excesivos para su equipo actual, o si el seguimiento de las emisiones no es el principal punto fuerte de su empresa, recurrir a especialistas suele ser la decisión más inteligente. Recurrir a proveedores profundamente inmersos en el mundo de la CBAM le proporciona conocimientos específicos exactamente cuando los necesita. Esto puede reducir drásticamente el estrés de su equipo y ayudar a evitar errores en el futuro.
La fase de verificación de CBAM es la realidad para UE importadores. Es hora de centrarse en las cifras de emisiones. Estar realmente preparado significa ejecutar lo esencial: controlar los datos, mantener una comunicación estrecha y constante con los proveedores, racionalizar la gestión interna, aprovechar la tecnología que simplifica las cosas y documentarlo todo. Adoptar estas medidas de forma proactiva permite sobrevivir a las auditorías, reduce los riesgos y mejora la competitividad a medida que aumenta la responsabilidad medioambiental. ¿Demorarlo? Eso sólo crea problemas para más adelante. Hágase un favor: Empiece a poner a su organización en pedir ahora.
Las empresas con más visión de futuro se están dando cuenta de que normativas como la CBAM, la Ley de pilas y el REACH, aunque distintas, beben todas del mismo pozo: sus datos operativos.
Estamos desarrollando una herramienta de compra de última generación diseñada específicamente para ayudar a los declarantes de CBAM no sólo a calcular sus responsabilidades cambiantes en materia de carbono, sino también a optimizar las decisiones de compra.
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