¿Cómo podemos empezar siquiera a hacer que estos sistemas dispares se comuniquen entre sí de un modo que no suponga interminables quebraderos de cabeza y una montaña de introducción manual de datos?
El Mecanismo de Ajuste en las Fronteras del Carbono (CBAM) ha aterrizado, y si usted es como muchas empresas que comercian con la UE, probablemente se encuentre ante un panorama tecnológico que se parece más a una jungla enmarañada que a una máquina bien engrasada. Usted tiene su ERP, sus proveedores tienen sus hojas de cálculo (o tal vez algo igualmente... único), y luego está la inminente necesidad de rastrear e informar sobre el carbono incorporado a sus productos. ¿Cómo podemos empezar a hacer que estos sistemas dispares se comuniquen entre sí de una forma que no implique interminables dolores de cabeza y una montaña de introducción manual de datos?
La respuesta, en mi opinión, se reduce a dos aspectos clave que a menudo se pierden en la jerga técnica: la interoperabilidad y los estándares de datos. Es como intentar mantener una conversación con alguien que habla un idioma completamente distinto utilizando solo gestos con las manos y un libro de frases muy anticuado. Puede que al final lo entiendas, pero será lento, frustrante y probablemente malinterpretarás algunas cosas por el camino.
¿Estamos hablando de kilogramos de CO2e? ¿De libras? ¿De otra cosa? Las normas nos ayudan a ponernos de acuerdo sobre las unidades de medida fundamentales.
¿Qué contamos exactamente como "emisiones"? ¿Alcance 1, 2, 3 o alguna combinación? Unas normas claras proporcionan las definiciones necesarias.
La normalización de los datos permite realizar comparaciones significativas en toda la cadena de suministro, lo que ayuda a identificar los puntos conflictivos y las áreas que requieren más mejoras.
Lo entendemos. Usted trata de dirigir un negocio, no de convertirse en un experto en integración de datos. En ARTEM, nos centramos en crear soluciones que cubran estas lagunas tecnológicas. Diseñamos nuestra plataforma para:
En última instancia, navegar por las complejidades tecnológicas de la CBAM no debería ser como vadear un pantano. Si damos prioridad a la interoperabilidad de la CBAM y a los estándares de datos, podemos construir un ecosistema más conectado y eficiente que haga que el cumplimiento sea menos una carga y más una parte manejable de hacer negocios en un mundo sostenible.
Confiar en los valores por defecto, como hacen muchos importadores cuando no disponen de los datos del proveedor, puede dar lugar a facturas de impuestos punitivas, ya que estos valores incorporarán un "recargo proporcionalmente diseñado" y probablemente serán mucho más altos que los datos reales de su proveedor.
Si se toma en serio los objetivos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), el cumplimiento de la normativa CBAM puede ser algo más que un reto. Es un elemento que cambia las reglas del juego. Desglosemos cómo le ayuda a ir más allá de la normativa.
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